viernes, 25 de noviembre de 2011

Nuestra historia contada en cuatro pasos.

Nos pasábamos el tiempo huyendo de las agujas del reloj, siempre buscando un lugar donde poder aprovechar los últimos minutos de calor. Siempre con prisas, nos faltaba tiempo, nos sobraban las ganas.
Ante la página en blanco ahora solo me sale escribir sobre amor, y del odio de ver como las cosas se acaban. Ver como poco a poco, todo quiebra, y va dejando paso al silencio. Algo que te ha llenado durante tanto tiempo, aquello que era tu último pensamiento del día, y el primero nada más amanecer. Ya no te acordabas como era vivir sin ello, y ahora lo tienes que dejar ir...          
Cuando sabes que tienes que hacerlo, pero que después de eso, después de aceptar que hay que poner un punto y final… ya no quedará nada. Siempre pensé que podía  hacer que todo esto acabara con apenas cuatro palabras… a veces lo quería, otras era mejor no pensar en ello. Pude hacer que me dijera la última palabra, el último  te quiero, el último beso. Pero no lo hice, no es fácil, nadie dijo que fuera a serlo. No era el momento. Y ahora la historia ha cambiado de rumbo, eres tú el que la cierra, y yo me quedo con las ganas de saber qué hubiera pasado al final. Qué frágiles son las relaciones.
Y ahora pienso en los días, que poco a poco se convirtieron en semanas, las semanas, en meses… y que un día no precisamente especial, sin yo saber de tus pensamientos,  te sentaste y ya no quisiste continuar. La historia se acaba, la última página, el punto final.
Pongo en una cinta todos los recuerdos, saboreo por última vez cada instante, cada pequeño detalle que nos hizo ser grandes…
Y me doy cuenta de que conozco perfectamente tu perfume, que reconocería tus pasos aún estando de espaldas, tu forma de caminar, sigo la perfecta forma de sus labios, recuerdo cómo con ellos recorrías mi cuello, tu sonrisa, tu gran sonrisa, de esas que oscurecen soles, que afean la belleza, y me perdería en tu mirada por horas, en esos ojos grandes. No me haría falta formular palabra para contártelo todo. La verdad de sus ojos, sus planes de futuro, sus historias. Que lo has visto reir, lo has visto llorar. Conoces sus miedos, y él los tuyos, y aunque aún había dudas, todo iba bien. Recuerdas esa vez que te colaste en su cama, y más tarde él en tus sueños. ¿Quién es capaz de romper algo así?
Nuestro amor duró lo que dura un verano en un desierto. No pudimos acabar con la rutina antes de que ella acabara con nosotros.  Cuando todo parecía haber encontrado su lugar, cuando tus miradas me empezaban a hacer temblar, un día, ya nada volvió a ser lo mismo. Pronuncias esas palabras con poco valor, te veo suspirar por última vez, te hago prometer que nos volveremos a ver. Mejor para ti, mejor para mí. Yo no era lo que esperabas, ni tú aquello que necesito. No me preocupo, todo irá bien. Quizás la vida nos dé otra oportunidad.

Dime que aún te sientes fuerte, lo suficientemente fuerte como para volver a querer otra vez. Ambos sabemos que el mundo no se acaba con unas pocas palabras, que el amor pasa, que las hojas se caen de los árboles, la nieve se funde, los suspiros se pierden; pero todo vuelve a aparecer. Deja de pensar en aquello que te gustaría, te está matando, no necesitas eso.
Tienes que levantarte, no te puedes quedar atrás.

"Tu mirada se cruza con la mía, aún un poco de amor, de recuerdos… y te vas, ya te has ido. No volverás".

viernes, 18 de noviembre de 2011

284.

A veces es necesario que todo se derrumbe para que luego las cosas vayan bien. Y entonces las cosas entre nosotros no desaparecerían, tan sólo cambiarían. Y no necesariamente tendría que ser un cambio a peor. Nuestra historia siempre ha ido al revés, empezando por el final, acabando por el principio, primero los besos y luego quizás un poco de cariño. Eso significaría que hemos pasado lo peor, que estamos en nuestro mejor momento, hasta que llegue el final del principio… y entonces ahí, quién sabe lo que pasará.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Irreemplazable.

"Tengo muchas cosas que decirte, tengo tantas cosas que contarte que no puedo sostener estos pensamientos tan sólo en mi cabeza. Necesito ver un cambio en ti, alguna reacción a lo que te digo sinceramente, tan sólo un poco de importancia a lo que te digo. Pero parece que tú no lo sientes. Te lleno de palabras bonitas, quizá muy retóricas, pero muy amablemente dichas, pero que para ti... es solo futilidad. Veo que te has encerrado tanto en tu trama existencial que no le das importancia a nada. ¡Estoy tratando de sacarte de aquí pero no me escuchas!
Estas son mis palabras más profundas, quizás las más sinceras que vas a escuchar de mí, estoy intentando decirte de que vuelvas a creer en esto, que vuelvas a creer en esto que algún día nos unió. Estas reflexiones, estos pensamientos no son míos. Son tuyos.
Ahora pareces tan frágil, que no me atrevo a tocarte. Pero trato de tocarte el corazón con mis palabras y tampoco lo puedo lograr. Quizá mi tono no es el adecuado, no puedo encontrarte entre esta maleza, te has bloqueado demasiado que tu noción de tiempo-espacio está en un universo paralelo al mío. ¡Te estoy gritando esto! Si tan sólo pudieras escucharme, si tan sólo pudieras ver a través de estos ojos. Esta mirada jamás te mentiría.
No quiero dejar esto de lado, no quiero que piensen que no he dado la batalla, pero de tantos intentos, de muchos, el tiempo me ha consumido. Debo admitirlo, ya no puedo con esto, me he resignado. Mi cuerpo ya no es el mismo de antes, mi alma tampoco. La tristeza invade mi pecho, me siento tan vacío por dentro que mi angustia se agranda cada vez más. Me siento desolado, tan desolado que sin darme cuenta he caído en tu misma posición. Tan sólo me queda el recuerdo de lo que fue antes, de esos días, de tu sonrisa, de tu hermosa sonrisa. Esos días que permanecerán para siempre conmigo. Para siempre".
-Unknown-

jueves, 3 de noviembre de 2011

Te echo de menos.

Did I disappoint you or let you down? Should I be feeling guilty or let the judges frown? 'Cause I saw the end before we'd begun, yes I saw you were blinded and I knew I had won. So I took what's mine by eternal right. Took your soul out into the night. It may be over but it won't stop there, I am here for you if you'd only care. You touched my heart you touched my soul. You changed my life and all my goals. And love is blind and that I knew when my heart was blinded by you. I've kissed your lips and held your head. Shared your dreams and shared your bed. I know you well, I know your smell. I've been addicted to you.

I am a dreamer but when I wake, you can't break my spirit - it's my dreams you take. And as you move on, remember me, remember us and all we used to be. I've seen you cry, I've seen you smile. I've watched you sleeping for a while. I'd be the mother of your child. I'd spend a lifetime with you. I know your fears and you know mine. We've had our doubts but now we're fine, and I love you, I swear that's true... I cannot live without you.

And I still hold your hand in mine. In mine when I'm asleep. And I will bear my soul in time, when I'm kneeling at your feet.
Goodbye my lover. Goodbye my friend.
You have been the one. You have been the one for me.
I'm so hollow, baby, I'm so hollow.

domingo, 30 de octubre de 2011





NADIE se despierta por la mañana queriendo a alguien,
y deja de quererle a la hora de la siesta.





domingo, 23 de octubre de 2011

Invierno anticipado.

Esta mañana el azul del cielo me parece insultante, como un grupo de amigos que se rien mientras tú, al otro lado de la calle esperas que las siguientes palabras que te diga no sean las que piensas, que no sean las últimas. Hay veces que las cosas ocurren tan deprisa,cambian tan rápido que no eres capaz de decir cuándo todo se empezó a torcer. A veces te pillan por sorpresa, te ahorran muchos quebraderos de cabeza pero te lleva a pensar, ¿qué he hecho yo? (o qué no he hecho). Siempre he pensado que cada persona es un náufrago perdido en mitad del mar, sólo tiene una tabla a la que agarrarse, si esa tabla un día desaparece, nosotros nos hundiremos y necesitaremos encontrar otro apoyo rápido, antes de que la marea nos lleve. Pero hay veces que cierras los ojos y no quieres encontrar nada más, como un niño pequeño te niegas a querer otra cosa, a necesitar algo que no sea lo que te ha acompañado durante tanto tiempo. Quizás de repente un día te des cuenta de que esa tabla, ese apoyo, hace tiempo que ya no está a tu lado, solo que tú estabas tan ocupado en buscar algo más allá que no te diste ni cuenta. Qué triste es no poder decir adiós.
Todo suele ir mucho mejor cuando tienes en mente (o en la manga) un as, una carta guardada (la mejor), para el final, unas palabras, un gesto, algo. Pero con una mente en blanco y un corazón que ya no reacciona, poco se puede hacer. Aunque sigo pensando que las mejores cartas, deben echarse por el camino, no deberíamos esperar a que llegue el miedo a perder a una persona para darle, para decirle todo aquello que sentimos, todo lo que se merece oir. Te paras a pensar en el tiempo, cómo todo ha dado la vuelta, en un principio yo no sentía nada, él todo; progresivamente, quizás a causa del tiempo más que de otra cosa, su necesidad de mí fue disminuyendo, mientras la mía aumentaba, y justo cuando estuvimos de acuerdo, cuando llegamos ambos a un punto sensato de querer en una relación, a un equilibrio, fuimos felices. Desde entonces mi dependencia no ha ido más que en aumento, cuando la suya, sin darme cuenta, no hacía más que decaer. Y ahora que estamos llegando al final, parece que volvemos al principio (no a uno cualquiera, más bien al nuestro, tan peculiar).
Ni si quiera han empezado a caer las hojas de los árboles y ya hace un frío inexplicable, un invierno anticipado (prefiero pensar esto... que pensar que eres tú el que me falta, y que ya nunca más estarás).