domingo, 30 de octubre de 2011





NADIE se despierta por la mañana queriendo a alguien,
y deja de quererle a la hora de la siesta.





domingo, 23 de octubre de 2011

Invierno anticipado.

Esta mañana el azul del cielo me parece insultante, como un grupo de amigos que se rien mientras tú, al otro lado de la calle esperas que las siguientes palabras que te diga no sean las que piensas, que no sean las últimas. Hay veces que las cosas ocurren tan deprisa,cambian tan rápido que no eres capaz de decir cuándo todo se empezó a torcer. A veces te pillan por sorpresa, te ahorran muchos quebraderos de cabeza pero te lleva a pensar, ¿qué he hecho yo? (o qué no he hecho). Siempre he pensado que cada persona es un náufrago perdido en mitad del mar, sólo tiene una tabla a la que agarrarse, si esa tabla un día desaparece, nosotros nos hundiremos y necesitaremos encontrar otro apoyo rápido, antes de que la marea nos lleve. Pero hay veces que cierras los ojos y no quieres encontrar nada más, como un niño pequeño te niegas a querer otra cosa, a necesitar algo que no sea lo que te ha acompañado durante tanto tiempo. Quizás de repente un día te des cuenta de que esa tabla, ese apoyo, hace tiempo que ya no está a tu lado, solo que tú estabas tan ocupado en buscar algo más allá que no te diste ni cuenta. Qué triste es no poder decir adiós.
Todo suele ir mucho mejor cuando tienes en mente (o en la manga) un as, una carta guardada (la mejor), para el final, unas palabras, un gesto, algo. Pero con una mente en blanco y un corazón que ya no reacciona, poco se puede hacer. Aunque sigo pensando que las mejores cartas, deben echarse por el camino, no deberíamos esperar a que llegue el miedo a perder a una persona para darle, para decirle todo aquello que sentimos, todo lo que se merece oir. Te paras a pensar en el tiempo, cómo todo ha dado la vuelta, en un principio yo no sentía nada, él todo; progresivamente, quizás a causa del tiempo más que de otra cosa, su necesidad de mí fue disminuyendo, mientras la mía aumentaba, y justo cuando estuvimos de acuerdo, cuando llegamos ambos a un punto sensato de querer en una relación, a un equilibrio, fuimos felices. Desde entonces mi dependencia no ha ido más que en aumento, cuando la suya, sin darme cuenta, no hacía más que decaer. Y ahora que estamos llegando al final, parece que volvemos al principio (no a uno cualquiera, más bien al nuestro, tan peculiar).
Ni si quiera han empezado a caer las hojas de los árboles y ya hace un frío inexplicable, un invierno anticipado (prefiero pensar esto... que pensar que eres tú el que me falta, y que ya nunca más estarás).

domingo, 16 de octubre de 2011

180º

Me frusta no contentarme con lo que tengo, estas ansias de más y más, de no conformarme. No poder disfrutar con lo que uno tiene simplemente porque está pensando en lo que tienen los demás. Tenemos suerte de tener lo que tenemos, y si los demás consiguen lo que a nosotros nos falta pues... qué suerte. Sigo pensando que cada cosa tiene su momento, lo que no pasa hoy, pasará mañana. Y si te empeñas en ir un paso por delante de lo que te toca, fallas. Seguro que todas las personas se obsesionan con intentar conseguir aquello que quieren en cuanto se dan cuenta de que lo necesitan, pero la cosa no funciona así. Es mucho más bonito, mucho mejor ver que después de esforzarte consigues lo que querías. Es mucho mejor disfrutar, o intentar mejorar lo que uno tiene, y dejar de preguntarse qué pasaría si las cosas fueran de otra manera, si tuviéramos lo que tiene el otro. Las cosas, las situaciones, las personas van y vienen, y lo que en un principio puede parecernos perfecto al final de día puede llegar a convertirse en una especie de laberinto, en una pesadilla, y ya no lo queremos para nosotros. Y más tarde empecé a pensar en las relaciones, en esa estúpida manía de querer ser siempre el más querido por todos. En primer lugar, hay dos tipos de amigos (y siempre será así), los que te quieren más y los que te quieren. Eso no quiere decir que los segundos no te quieran con todo lo que tienen, ni que no se vayan a preocupar cuando lo necesites. En segundo lugar, si todas las personas que conoces te quieren es porque en realidad no te conocen de verdad, todo el mundo es odiado o despreciado por alguien, aunque eso no te convierte necesariamente en una mala persona (aunque hay gente que lleva la maldad en sus genes), es como dos polos opuestos. Hay muchas veces que desearías estar con gente diferente, en un lugar diferente, ¿verdad? y empiezan las quejas. Yo propongo dejar de quejarse e intentar hacer de la situación en la que estás algo lo más cómodo y agradable posible.
Podría decirse que todo esto se resume en que si la gente dejara de quejarse y empleara más su energía en sentirse y estar bien con todo aquella persona que le rodean, nos ahorraríamos muchos problemas.

martes, 11 de octubre de 2011

Tell me something special.

The truth is:
"We hide because we want to be found,
we walk away to see who will follow,
we cry to see who will wipe away the tears
and we let our hearts get broken
to see who will come and fix them".
-Unkown-

viernes, 7 de octubre de 2011

Good times are comin'.

Quit your bitchin', move your feet until the break of down, because nobody gives a damn about the day that you were born. This song is for everyone who it ain't your birthday you gotta party like it's not your birhtday. This song is for anyone who's havin' the worst day. Take a sip of the high life, chase it down, until you fall three hundred and sixty five nights. Why have one if we can have 'em all? Drop your calls, lose your keys, before the drinks are gone. Get yourself out your seat, clap your hands, move your feet until the break of down.